lunes, 31 de enero de 2011

vos allá y yo acá, tan lejos, que suerte, que pena, que lástima, que bueno.

yo te querría así, hasta en el más oscuro de tus momentos...
todas las mañanas.
hasta que te canses, como te cansaste
como te cansas todos los días
de mi
de vos
hasta que te canses...


valdrá la pena este estado?

domingo, 30 de enero de 2011

La espera

El ser que espero no es real. Como el seno de la madre para el niño de pecho, lo creé y lo recreé sin cesar a partir de mi capacidad de amor, a partir de la necesidad que tengo de él: el otro viene allí donde yo lo espero, allí donde yo lo he creado ya. Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio. Todavía el teléfono: a cada repiqueteo descuelgo rápido, creo que es el ser amado quien me llama (puesto que debe llamarme); un esfuerzo más y "reconozco" su voz, entablo el diálogo, a riesgo de volverme con ira contra el importuno que me despierta de mi delirio. En el café, toda persona que entra, si posee la menor semejanza de silueta, es de este modo, en un primer movimiento, reconocida. Y mucho tiempo después que la relación amorosa se ha apaciguado conservo el hábito de alucinar al ser que he amado: a veces me angustio todavía por un llamado telefónico que tarda y, ante cada importuno, creo reconocer la voz que amaba: soy un mutilado al que continúa doliéndole la pierna amputada.

"Estoy enamorado? -Sí, porque espero." El otro, él, no espera nunca. A veces quiero jugar al que no espera; intento ocuparme de otras cosas, de llegar con retraso; pero siempre pierdo a este juego: cualquier cosa que haga, me encuentro ocioso, exacto, es decir, adelantado. La identidad fatal del enamorado no es otra más que ésta: YO SOY EL QUE ESPERA.


(Winnicot. Realidad y juego.)

viernes, 28 de enero de 2011

no puedo parar! no puedo parar de escribir, ya no puedo parar. para no morir, para no pensar, para no correr hasta donde sea que estés ahora y gritarte mis ganas al oído. para no perder la cordura, para que el odio no me corrompa, para no correr hasta donde sea que estés ahora y arrancarte el alma con las manos. estas son las razones por las que no puedo parar, y por las que deberia seguir escribiendo hasta que se me sequen los labios, hasta que mis ojos pierdan el brillo y hasta que mi cuerpo quede rígido, quieto en la oscuridad.
están los que me quieren, están los que me odian, están los que me ignoran y los que me rechazan. están las sensaciones de amor-odio también, esperando por mí detrás de cada puerta, de cada mirada.


detesto no saber tus razones, las cosas que te motivaron a actuar para herirme. no fue casual. no fue improvisado. sos así, lo hiciste así con un motivo. un motivo horrible por demás. y en tus palabras está, en tus palabras estuvo, y no podés cambiarlo ahora.
es muy tarde para todos.


ya basta!
necesito un buen libro.
pero un libro de esos malditos, algo de bukowski.
siempre es genial leerlo.
siempre es épico el momento, las sensaciones que genera a través de sus escritos.
y quien escribe?
no soy yo.
es mi otra parte.
la mejor parte, tal vez.
o la peor.
importa eso?
le encontraste sentido a algo?
yo nunca le encuentro sentido a nada.
soy un animal de sangre y de sal.
correr hasta el mar.
estoy bien bien bien!



(equivocada)

lo que está y no se usa nos fulminará.

hace ya mucho tiempo que no escucho tus mentiras, hace ya mucho tiempo, pero renace el alma después de la venganza de tu rabia. ya no importa lo que viene después, ni el infierno de tu pasado, ni el infierno de tu futuro, ni el infierno, ni el infierno para todos y por todos. una luna me espera todas las noches y yo miro por la ventana, tan lejos las estrellas y el aura blanca que rodea esa luna. yo miro, miro, contemplo, veo ese aura, veo ese lado oscuro, ayer esa luna estaba en cuarto creciente. no puedo evitar pensar, que como ella yo también tengo un lado oscuro, que como ella yo entro en fase, y cada día soy un poco más distinta de lo que fui, de lo que pude ser, de lo que no quiero, o tal vez de lo que quiero ser.
sé que puedo hacer cualquier cosa que quiera conmigo, sé que puedo estar bien aunque me cueste dormir en la noche, aunque esta luna me obnubile y la vea aún con los ojos cerrados.
y cierro los ojos bien fuerte! y me entrego al sueño. y los sueños del sueño me hacen seguir viviendo... aún dormida, pienso para no morir.